¿Por que el corazón lo dibujamos completamente diferente de su forma anatómica?
El corazón es un símbolo universal que representa el amor, pero en realidad este dibujo no se parece demasiado a nuestro órgano anatómico. ¿Te has preguntado alguna vez por qué no dibujamos el corazón como es?, ¿qué significado tiene el dibujo del corazón?, ¿dónde surge la forma o quién lo inventó?
Hay tantas formas de representar el amor como formas posibles de amar, dado que a lo largo de la historia han surgido muchas teorías, en el siguiente artículo te presento algunas de las que se han considerado:
Teoría egipcia:
Según la información que se tiene hasta la fecha, la primera civilización que utilizo un símbolo parecido al que usamos hoy en día para representar al corazón fue la Egipcia.
La escritura egipcia era jeroglífica, es decir, que utilizaban dibujos y símbolos para representar las palabras. El ideograma utilizado por los egipcios para representar el corazón, y que se puede observar en la imagen, aún conserva cierto parecido con el corazón original, pero también recuerda al símbolo con el que hoy en día dibujamos el corazón.
Es importante saber que para la civilización egipcia el corazón era considerado el órgano más importante del cuerpo. Ellos creían que en esta zona era donde se encontraban tanto el alma como la mente humana.
Teoría griega
Esta teoría dice que su origen se encuentra en Cyrene, una colonia de la antigua civilización griega situada en lo que actualmente es Libia. En restos arqueológicos de la zona se han encontrado monedas acuñadas con este símbolo.
Estos grabados eran de semillas pertenecientes a la planta Silphium, una planta que está extinta, pero que fue muy popular e intensamente utilizada por los pueblos egipcios, griegos y romanos. Sus propiedades eran múltiples, el Silphium era utilizado como perfume, como especia, para hacer crecer el pelo, como medicamento para el dolor, y desde los griegos ya se le daba el uso que la haría más popular: como anticonceptivo.
Estas propiedades hicieron que fuera altamente apreciada, porque se podía disfrutar del amor con cierta libertad. Esto se encuentra relatado en las crónicas del historiador Plinio «El viejo», en las que explica que se utilizaba su resina con estos fines. Y ¿Qué tiene que ver esto con el símbolo actual del corazón? Las semillas del Silphium se parecían mucho a como dibujamos el corazón actualmente.
La Edad Media
Otro de los orígenes puede deberse a una mala interpretación durante la Edad Media, ya que en ese tiempo estaban prohibidas las autopsias, por lo que la forma del corazón era imaginada a través de los antiguos escritos griegos, y en otros casos, se trabajaba con el corazón de la vaca, que posee una forma más parecida al dibujo actual.
Teoría Católica
La Iglesia Católica también ha dicho la suya acerca del origen del símbolo del corazón. Este tiene la forma y atributos que describió Santa Margarita, quien fuera monja durante el Siglo XVII y a quién se le apareció el Sagrado corazón de Jesús.
La realidad es que quizás su popularidad hizo que este símbolo se internacionalizara y fuera ganando adeptos, no obstante, Santa Margarita no tuvo la visión hasta 1673, muchos años después desde la primera vez que este símbolo fuera documentado. Esto significa que el origen difícilmente se encuentre en esta teoría.
Se podría seguir enumerando una teoría tras otra, sin embargo, si lo que se quiere saber es quién inventó el icono del corazón o cuándo se hizo tan popular este dibujo, no es posible, la teoría más realista y que se puede acercar más a la verdad es que no ha sido otra cosa que una reinterpretación llevada a cabo por distintos artistas a lo largo de los siglos que, por su estética, ha hecho fortuna.
Lo más convincente es que se trata de una representación esquemática, práctica, para poder dibujar un órgano que en muchas culturas tiene un significado muy profundo y que resulta muy difícil de representar de un modo realista.
Por otro lado, un corazón anatómico seguramente es todo lo opuesto a lo romántico. Así pues, el corazón tal y como lo dibujamos es un símbolo que representa esquemáticamente el órgano del amor, pero que no tiene por qué tener un origen definido.