El reconocimiento a las madres se remonta a la Grecia antigua, donde se realizaban una serie de festividades en honor a la diosa Rhea, madre de Júpiter, Neptuno y Plutón.
Durante el siglo XVII, en Inglaterra se celebraba un día llamado “Domingo de servir a la madre”, dedicado a las madres de ese país. En esta fiesta, los empleados de servicio no laboraban y tenían el permiso para visitar a sus madres, a quienes regalaban un pastel horneado por ellos mismos.
Aunque algunos colonos ingleses en América conservaron esta tradición en Estados Unidos, no es hasta 1907 cuando, curiosamente, una madre inició una campaña en toda la Unión con el fin de que el segundo domingo de mayo fuera dedicado a las madres.
Este movimiento tuvo respuesta y para 1910 prácticamente este día se celebraba en todo el país.
Posteriormente, en 1914, se firmó la proclamación del “Día de las Madres” como fiesta nacional.
En nuestras culturas prehispánicas, la maternidad era honrada con especial atención; las culturas mesoamericanas anteriores a la Conquista tomaban en cuenta esta maravillosa expresión de la mujer en todos sus conceptos cosmogónicos.
Los aztecas rendían culto a la madre de su dios Huitzilopochtli, la diosa Coyolxauhqui, Cihuacoatl o Maztli, quien era representada por la luna. La mitología cuenta que durante la creación del mundo fue muerta a manos de las estrellas que, celosas, le quitaron la vida para que no diera a luz a su hijo Huitzilopochtli, quien representaba al Sol; sin embargo, éste nació venciendo a las tinieblas.
Los indígenas rendían especial tributo a esta diosa y le dedicaron hermosas esculturas en oro y plata, que no sólo revelan su profundo sentido artístico, sino la gran importancia que le concedían a la maternidad.
El más representativo de estos rituales era el celebrado a mediados de la primavera en el cerro del Tepeyac, con el fin de honrar a la madre de los dioses: Tonatzin, cuyo nombre significa “nuestra madre”. Los festejos a la maternidad entre los aztecas eran de carácter sacro. Peregrinar desde distintos puntos del antiguo México para honrar a Tonatzin, era un acto de comunión cósmica y una ceremonia de reconocimiento.
En nuestro país, el 10 de mayo es la fecha en la que se celebra anualmente el “Día de las Madres”.
Festejo a las «mamacitas» para acallar el feminismo en México
De acuerdo con una publicación de la Universidad de Guadalajara, el Día de las Madres se acoge en México en 1922, por la iniciativa del periodista Rafael Alducín, quien era director del Excélsior y utilizó las páginas del periódico para promoverlo.
La propuesta fue apoyada por el entonces secretario de Educación, José Vasconcelos, posteriormente se unieron la Cruz Roja Mexicana y el Episcopado Mexicano. Pero existe una tesis que propone que la adopción del 10 de mayo como Día de las Madres fue una reacción conservadora al movimiento feminista que se confeccionaba en Yucatán, en el entonces gobierno de Felipe Carrillo Puerto.
Para confirmar dicha hipótesis, en los años ochenta, la especialista en estudios de género Martha Acevedo publicó ̶ dentro de la colección ‘Memoria y olvido: imágenes de México de la SEP̶ una investigación titulada “El diez de mayo”, donde explica el origen histórico de esta celebración.
Acevedo comentó que en 1916 se celebró el primer congreso feminista en Yucatán, en este se discutió por primera vez en nuestro país la maternidad elegida y se aconsejó a las mujeres evitar embarazos no deseados mediante el método anticonceptivo, creado por Margaret Sanger, además de repartir panfletos con dichos métodos.
Seis años después, ya como gobernador Carrillo Puerto, promotor de la educación racionalista y del movimiento, se formó una liga de mujeres que hablaba en todo el país sobre la emancipación de la mujer y sus derechos civiles, lo que provocó la reacción de algunos medios conservadores e iniciaron una campaña contra estas propuestas «inmorales» de controlar la procreación.
Durante este periodo, según Acevedo, fue que el periódico Excélsior, la Secretaría de Educación Pública, el Arzobispado Mexicano, la Cruz Roja y las Cámaras de Comercio decidieron adoptar la celebración del Día de las Madres, como una reacción al movimiento feminista que ganaba terreno en México y que fue aplastado por la propaganda a favor de la procreación.
Creo que una profundización en el campo sociológico, psicológico, antropológico, filosófico e histórico no hay que descartarla, la maternidad tiene tantas vertientes de estudio desde el enfoque moderno y feminista, que no cabrían en este breve artículo.
Aquí les comparto un poco de la historia y el análisis de una experta en el tema, espero lo disfruten tanto como yo.
Aunque haya sido proclamado como un movimiento antifeminista, el día de las madres en México ha cobrado una fuerza tal, que otros países no comparten, además que dejó algo positivo que es dedicar a nuestra mamá un día entero que bien se gano por el simple hecho de habernos dado la vida.